Foto: Julio Carbó (El Periódico)
1) Como dicen en eldiario.es, estos comicios han batido un récord histórico de participación: nada menos que un 69,56% del censo electoral ha acudido a las urnas, según datos de la Generalitat. El porcentaje más alto en toda la historia de Cataluña.
2) Artur Mas adoptó una estrategia de doble filo al capitalizar el discurso soberanista a partir de la manifestación de la Diada. Después de aplicar durísimos recortes en la más estricta onda neoliberal (por poner un ejemplo, el euro por receta fue inaugurado en Cataluña), su equipo se aferró al títere del soberanismo como principal baza electoral, considerando que la fruta estaba madura y era lo suficientemente sabrosa como para hacer olvidar a la ciudadanía catalana anteriores tragos amargos de la legislatura. De paso, ninguneaba a todo el conjunto de movimientos sociales que sí estaban detrás del acontecimiento del 11 de septiembre y que, además, eran adversarios políticos. La jugada tenía sus riesgos. Si ganaba, indudablemente iba a apuntarse el tanto. Pero, ¿y si perdía?
3) «Hemos quedado lejos de la mayoría que queríamos», reconocía el propio Mas después del recuento. Pese al triunfo electoral de CiU, los resultados han sido una eventual derrota política: pasa de 62 escaños (2010) a 50. Al PSC de Pere Navarro no le ha ido terriblemente mal: sólo cae hasta los 20 con respecto a los 28 de hace dos años. Y el resto de partidos ganan: ERC pega un subidón (de 10 a 21, absorbiendo gran parte de la pérdida de votos de CiU), Ciutadans triplica su representación (de 3 diputados a 9), ICV pasa de 10 a 13, el Partido Popular obtiene 469.075 votos, sus mejores resultados históricos en Cataluña… y la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) logra su entrada en el Parlament con tres diputados, conectando las instituciones con los movimientos sociales alternativos. En resumen, un Parlamento plural, pero donde el juego de las mayorías y los pactos sigue siendo decisivo.
4) También ha habido momentos para las intrigas: en plena campaña electoral se filtraba el borrador de un informe de la Policía Nacional que relaciona a la familia del presidente Mas con unas cuentas situadas en paraísos fiscales. Nuevamente, la corrupción se cierne sobre las instituciones. Nada nuevo. Mientras esta noticia avanza y se demuestra como verdadera o falsa, una cosa está clara: el momento elegido para hacer pública la filtración es de todo menos casual. La actualidad política basada en el infoentretenimiento. Ya lo decía Manuel Castells. Saquen su bol de palomitas.
5) Por último, las encuestas se revelan como una técnica inadecuada de prospección electoral. Quizá es que las actitudes de los votantes sean muy maleables, en contra de lo que se piensa tradicionalmente. ¿Cómo explicar la diferencia entre obtener una hipótetica mayoría absoluta y la realidad de perder 12 escaños? ¿Se fijarán los asesores políticos de España en otras formas de manejar la masa de votantes? En EEUU llevan desde décadas cruzando millones de entradas de bases de datos, detectando segmentos específicos de población y adecuando diferentes campañas de electorales para cada uno de ellos. El éxito ha sido abrumador para quienes han sabido manejar bien esa cantidad ingente de datos: que se lo pregunten a Barack Obama. Bienvenidos a la datocracia.
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speculorum 
Fueron los Mossos d’Esquadra? O la Policía Nacional?
Pues acabo de comprobar el dato, y el informe es de la Policía, aunque los Mossos tenían ciertas informaciones. ¡Muchas gracias por el aporte, Joaquím! Lo corrijo :)